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El criminal Trump recrudece el bloqueo contra Cuba

  • Foto del escritor: Sergio Ortiz
    Sergio Ortiz
  • hace 7 horas
  • 7 Min. de lectura

PUEBLO ARGENTINO DEBE AYUDAR MÁS A ROMPER ESE BLOQUEO



LA SEMANA POLÍTICA

Sergio Ortiz. 9 de Julio de 2025


TRUMP LO HIZO ANTES

Donald Trump asumió su primera presidencia en 2017 y ya el 16 de junio de ese año dictó el Memorando MPSNN°5 para recrudecer las sanciones estadounidenses contra Cuba. De esa manera se sumaron 243 nuevas sanciones contra la Patria de José Martí.

La realidad mostró que esa criminalidad y acciones ilegales no lograron poner de rodillas a la revolución cubana. Esta siguió adelante, claro que con muchos problemas, en su mayor parte derivados de ese bloqueo que la priva de recursos y le pone limitaciones económicas, comerciales y financieras, de fuerte impacto en el nivel de vida de su población de 11 millones de cubanos y cubanas. Eso no explica el 100 por ciento de esos problemas pero sí es, por lejos, el factor negativo más importante. ¿Será el 70 o el 80 por ciento de los pesares que se viven en la Mayor de las Antillas?


Ese diagnóstico parte aguas entre los que agreden a la isla y la mayoría de la humanidad que vota año a año en la Asamblea General de la ONU la moción presentada por Cuba para levantar ese bloqueo. 187 países, sobre un total de 193 representados ante esa Asamblea, han levantado la mano junto a La Habana. Sólo 2 respaldaron la criminalidad: el autor del delito, EEUU, e Israel, su socio que comete ese mismo crimen contra Palestina.


La mayoría abrumadora del mundo reclama contra el bloqueo, considerando que es criminal, ilegal y violatorio de los derechos humanos. Cuba ha subrayado que califica como genocidio según la Convención sobre genocidio, artículo II, inciso C. Y en la vereda contraria, el imperio y su séquito dependiente, no sólo en Tel Aviv sino también en círculos fascistas de Argentina, dicen que es un mero embargo bilateral, sin incidencia en los problemas cubanos. La culpa de los mismos es el “régimen comunista”.


Además de ridícula y mentirosa, esa postura estadounidense se cae por su propio peso porque Cuba la ha desafiado de un modo sencillo: “si el bloqueo no es el problema, entonces pues levántenlo”. Obvio, no lo hicieron en más de seis décadas.


BLOQUEO PROVOCA MUCHÍSIMO DAÑO


Así fue la votación en la ONU en el año 2023.


¿Desde cuándo existe el bloqueo? Desde el punto de vista formal, comenzó el 6 de febrero de 1962 con una orden ejecutiva del presidente John F. Kennedy. Su Proclama Presidencial 3447 prohibió el comercio entre EEUU y Cuba; las relaciones diplomáticas habían sido rotas el año anterior, 1961. Si no atenemos a ese dato diplomático, el bloqueo dura 63 años. En realidad había comenzado en 1960, al año siguiente de la revolución cubana, cuando Washington no quiso comprar más azúcar cubano ni venderle petróleo, enojado por las primeras medidas patrióticas contra quienes habían hecho de Cuba una colonia, un casino y un prostíbulo. El mal vecino no se limitó a lo coercitivo sino que en abril de 1961 organizó una invasión en Bahía Cochinos, rápidamente derrotada en Playa Girón por las nacientes Fuerzas Armadas Revolucionarias y un joven Fidel Castro que junto a los suyos disparaba desde un tanque. De modo que lo más lógico es tomar de punto de partida del bloqueo el año 1960, o sea que hoy tiene 65 años, el más prolongado de la historia, del que se tenga registro.


En 1992 la cancillería cubana llevó por primera vez a la ONU su proyecto de resolución para que EE UU levante el bloqueo y ganó esa votación. Desde entonces, y hasta el año pasado, se han registrado 32 votaciones, con amplísimas victorias de la nación afectada. El 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU se celebrará en Nueva York, EEUU, del 9 al 23 de septiembre de 2025. Y allí se producirá la votación número 33 favorable a Cuba, con los dos bloqueadores en contra y quizás algún voto más, como el régimen ucronazi de Volodimir Zelenski (y habrá que ver cómo vota el fascista seudo libertario Javier Milei).


Descontada esa victoria cubana en septiembre, el problema grave que subsiste es que dicha resolución no tiene vigor práctico. Según el esquema antidemocrático de la ONU, EEUU ejerce el derecho a veto en el Consejo de Seguridad, algo propio de los 5 grandes. Y entonces la treintena de votaciones a favor de Cuba, sin negar su valor político, no se traduce en el hecho esperado de que se levante el bloqueo. Este es un elemento más (y van…) para reclamar un cambio importante en la ONU, donde se elimine el derecho a veto, sobre todo cuando hay tantas resoluciones votadas por amplias mayorías y decenas de veces por su Asamblea General.


Sin ser lo decisivo, también habría que concretar un cambio en cuanto a la sede de Naciones Unidas: en vez de los contaminados aires neoyorquinos debería radicarse, rotativamente, en alguna capital del Sur global. De lo contrario, y si se tiene en cuenta su inutilidad práctica para frenar el genocidio de Israel contra Palestina y varias otras conductas por el estilo, esta ONU se está pareciendo a la OEA, esa que el cubano Carlos Puebla aludió en su canción como “OEA, que cosa tan fea”.


TRUMP LO HIZO DE NUEVO


Cuba exporta "ejércitos" de batas blancas, médicos solidarios con el mundo.


El bloqueo ilustra que en EE UU no hay democracia sino lo que Fidel Castro llamó plutocracia, o sea democracia de los ricos, por los ricos y para los ricos. O en una definición menos filosa, es una democracia bipartidista, limitada a demócratas y republicanos. En 1960, cuando empezó el bloqueo, el presidente era el republicano y ex general Dwight D. Eisenhower, y en 1962 el que firmó el bloqueo total fue el demócrata Kennedy. Y esa alternancia no cambió la esencia criminal de esa política hasta hoy, con leves cambios, por lo general bajo administraciones demócratas que no alcanzan para llamarlas el mal menor.


La atenuación fue a principios de 2016 cuando el demócrata Barack Obama visitó La Habana y flexibilizó el bloqueo. Lo suyo no era nada humanitario, pues su ampliación de los viajes, de remesas de cubanos residentes en el exterior y algunas inversiones para el sector cubano privado tenían el objetivo de que creciera dentro de la isla un sector capitalista más fuerte y más crítico de la revolución. Una suerte de “revolución de colores” como las que tuvieron éxito en otras latitudes: Georgia, Ucrania, Kirguistán y antes en Yugoslavia.


En Cuba esa injerencia estadounidense maquillada como amistosa no tuvo éxito, porque la revolución tiene fuertes raíces políticas e históricas, a nivel de pueblo, partido y organizaciones de masas. Por lo tanto, después del “policía bueno” Obama, con Trump en su primera presidencia volvió “el policía malo” y agravó el bloqueo con 243 sanciones. Además de medidas contra numerosas empresas y organizaciones, el bloqueo prohíbe el turismo estadounidense y también de turistas de otras nacionalidades, que pierden el visado de entrada a EEUU si han estado en la Mayor de las Antillas. Al golpear el turismo privan al mundo de conocer un país bello y seguro como Cuba, pero también, y muy especialmente, cortan el ingreso de divisas tan necesarias para el país, que las precisa para pagar sus importaciones de combustible, insumos sanitarios e industriales, alimentos, etc. La persecución es atroz: los barcos que hayan entrado en puertos cubanos no pueden ingresar a los estadounidenses. Las empresas, transportistas y bancos de otros países que hayan realizado compras o transacciones con entidades cubanas son sancionadas y multadas por el imperio. ¡Durante la pandemia de COVID-19 hasta impidieron a la isla comprar respiradores artificiales!


Cómo será de retrógrado el bloqueo que su fundamento “legal” es la ley de Comercio con el enemigo, de 1917, de la I Guerra Mundial. Cuba es la única incluida en esta infame normativa. La otra herramienta que ha usado el imperio para reforzar el bloqueo es meter a Cuba en una lista de países “patrocinantes del terrorismo”. Lo hizo Ronald Reagan en 1982 y duró hasta 2015 cuando Obama la sacó -dentro de su plan ya aludido-. Trump la repuso en su primer paso por el Salón Oval y el demócrata Joe Biden recién la sacó el 14 de enero de 2025, menos de una semana antes de dejar la presidencia, tal su imbecilidad imperialista (no confundir con senilidad). Y Trump la repuso, el 20 de enero de 2025, cuando asumió su segundo mandato. Parafraseando al dicho mexicano: “Pobre Cuba, tan lejos de Dios y a 90 millas de Estados Unidos”.


Esa es la doble pinza que hiere a Cuba: las órdenes ejecutivas de bloqueo, más leyes en ese sentido como la Helms-Burton, y la inclusión en la lista de estados “patrocinantes del terrorismo”. Y como si eso fuera poco, el 30 de junio pasado, Trump firmó el Memorando con nuevas medidas para reforzar el bloqueo. Las llevarán adelante el secretario de Estado, Marco Rubio, y el representante del Departamento de Estado para América Latina, Mauricio Claver Carone. Son dos norteamericanos de origen cubano, íntimamente vinculados a la gusanería de Miami, la misma que promovió la fracasada invasión de 1961 y el bloqueo, incluyendo muchos actos de terrorismo como el atentado al avión de Cubana en octubre de 1976, con 73 muertos. Y estos terroristas acusan a Cuba de patrocinar el terrorismo. El ladrón grita “al ladrón”…


El daño directo del bloqueo a la isla era, al 30 de septiembre del 2024, como se lo documentó ante la 79° Asamblea de la ONU, de 164.141 millones de dólares a precios corrientes, que tomando en cuenta la apreciación del oro, superan 1 billón 499 mil millones de dólares. Las cuentas, más graves, se actualizarán en septiembre próximo. Un motivo extra para que los trabajadores y pueblos solidarios con Cuba y los gobiernos socialistas, tercermundistas y progresistas, más los que tengan un mínimo de decencia, aumenten su ayuda y apoyo a ese faro que, aún con apagones provocados por el bloqueo, sigue encendido en el Caribe, alumbrando al mundo.

 
 
 

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Sergio es periodista y referente del Partido de la Liberación de Argentina, continuidad histórica de Vanguardia Comunista. Sus notas se publican en diferentes medios de Argentina y América latina y en el periódico mensual "LIBERACIÓN".

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Creado por Juanjo Giannotti - Abril de 2021

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