Milei vetó a los jubilados, que los jubilados no voten a Milei

Botarlo con las luchas, incluyendo el juicio político

LA SEMANA POLÍTICA

SERGIO ORTIZ. 2 de Septiembre de 2024

VETO TOTAL A UNA LEY “ASPIRINA”

Javier Milei cumplió una de sus peores promesas, la de vetar en forma total la ley de mejoras jubilatorias votada por ambas cámaras con una mayoría de dos tercios. Hoy se publicó en el Boletín Oficial el veto presidencial, que había ratificado anoche en un deleznable reportaje con el deleznable Luis Majul en la ídem La Nación+. En su momento había adelantado el veto diciendo que le importaba “tres carajos” las críticas que pudiera recibir por eso.

En ese momento y en su amable plática con Majul, repitió las mentiras de que esa ley implicaría un gasto de 370.000 millones de dólares y 24 puntos del PBI. Y repitió que el gobierno anterior le estaba dejando una inflación de 17.000 por ciento anual (falso, fue del 211 por ciento). Datos matan relatos: en agosto la jubilación mínima es de 225.454 pesos, más el bono de 70.000 pesos congelado desde marzo.

La ley vetada aumentaba los haberes 8,1 por ciento (negado por el gobierno respecto a la inflación de diciembre), más el ajuste por inflación cada dos meses y un hipotético aumento en marzo de cada año si los salarios le ganaran a la inflación. Habría un 50 por ciento de esa eventual superioridad del salarios versus inflación, algo más improbable que un beso en este momento entre Milei y Victoria Villarruel. La ley mejoraría en 15.000 pesos los haberes mínimos, que cobran más de 5 millones de jubilados. Además de negar esa pequeña Aspirina, 44 medicamentos que necesitan los adultos mayores perdieron el 100 por ciento de cobertura.

Y último, quizás lo más importante, fue la represión policial contra los jubilados que protestaban frente al Congreso. Golpes, palos y gases cayeron sobre quienes reclamaban pacíficamente y no habían cortado el tránsito de esa avenida, sino solamente unos pocos metros.

Esa política anti jubilados es mal vista por dos tercios de las personas, según diversas consultoras. La ley había obtenido dos tercios de los votos en ambas cámaras, incluso de bancadas socias y amigables con el gobierno. Milei no sólo la vetó sino que reunió a su desprestigiada y dividida tropa de LLA y a figuras del PRO y MID, para tratar de que los defensores de la ley no alcancen los dos tercios para insistir y dejar sin efecto el veto presidencial. ¿Lo conseguirá? La voltereta oportunista y criminal de Mauricio Macri contra los jubilados le abre esa posibilidad, aunque “en la cancha se verán los pingos”. No se sabe. Lo que se nota es que la abrumadora mayoría de los jubilados repudia esta política de Milei y por extensión criticará otras políticas gubernamentales, con consecuencias políticas y electorales. El presidente vetó a los jubilados y éstos van a votar en contra suyo, aunque lo mejor sería que - junto al resto de los afectados- lo boten debido al ajuste, la recesión, el aumento de la pobreza y desempleo, y la entrega del país.

CASI TODO MAL

El 2 de septiembre se celebra el Día de la Industria. Es una forma de decir, porque la industria tiene poco y nada para celebrar, con una caída en la actividad y ventas notable en estos primeros meses del facho seudo libertario. Unos 350.000 trabajadores han perdido su empleo, sumando los del sector público y privado, registrado y no registrado. Una de cada dos máquinas está apagada. En junio pasado la cuenta interanual dio negativo 19,5 por ciento y también negativo 5,7 por ciento en comparación con el mes anterior. No se trata de una mala performance de un rubro. Es una tendencia sostenida, un parate generalizado.

Eso no afecta igualmente a todas las industrias. Las pequeñas y medianas colapsan primero, con suspensiones y despidos e incluso cierres. Los grandes, y sobre todo monopolios, también se ven afectados pero tienen espaldas (léase capital) para aguantar, aunque no se sabe por cuánto tiempo. Incluso algunas de estas grandes y extranjeras, optan por irse del país, como la mayorista Makro. Oportunistas de principio a fin, los popes de la Unión Industrial “Argentina” como Daniel Funes de Rioja, combinan las sonrisas con Milei en actos alusivos con críticas lo más suaves posibles por la recesión.

Más claros son los pequeños y medianos industriales de Apymes y varias cámaras, que desmienten la mentira seudo izquierdista de que “no existe la burguesía nacional”. Sí existe y es la que está sufriendo lo peor del achique y entrega del país, con el saldo provisorio de 10.000 Pymes cerradas. Hay que ser claros porque con disfraz industrial hay muchas mentiras. Paolo Rocca, dueño de Techint, quiere altos los precios del acero y alerta contra los bajos precios del que puede venir de China. Habla como “empresario nacional”, pero su holding tiene sede en Luxemburgo para eludir impuestos, fugar dólares y triangular cuentas bancarias grises. Macri posa de político y empresario, pero oculta que era el titular de la automotriz Sevel procesado por contrabando y cobro ilegal de subsidios. También titular del Correo privatizado, no pagó el canon y despidió a miles de empleados, con un juicio pendiente que quiere cerrar sin pagar un peso y para eso le pide ayuda al presidente.

Que Milei participe del acto por el Día de la Industria es una farsa, porque a su “pequeño Conan”, Majul, le dijo que tiene 1.200 reformas pendientes por hacer, y significarán mayor industricidio. Que Funes de Rioja represente a la industria también es farsesco: hasta hace poco presidió la corporación de alimentos liderada por Ledesma, viejo socio de la dictadura militar-cívica y sus crímenes de lesa humanidad. Ese desdibujamiento de la UIA, al calor de una Argentina cada vez más proyanqui, hace que quizás la entidad más representativa de los grandes capitalistas sea hoy la AmCham, presidida por Gómez Minujin, el CEO del JP Morgan. En su web dice que tiene 622 empresas, emplean a 360.000 personas y representan el 18,6% del PBI, abonan el 38% de la recaudación fiscal, significan el 24% de las importaciones y el 28% de las exportaciones.

Todo lo que venga de estos grandes capitalistas debe ser puesto en tela de juicio. El día de la Industria es el día del contrabando, como lo ilustró el historiador Felipe Pigna (Mitos de la historia argentina) y recordó el periodista Fernando del Corro. El 2 de septiembre de 1587 zarpó desde Buenos Aires la carabela “San Antonio”, que transportaba a Brasil frazadas, lienzos, lana, sobrecamas y sombreros producidas en Santiago del Estero, según lo declarado a la aduana. En realidad estaba sacando ilegalmente oro y plata del Alto Perú por cuenta del obispo Francisco de Vitoria. Iglesia y contrabando, asuntos no separados...

¿LUCHA POPULAR O JUICIO POLÍTICO, O AMBAS COSAS?

La bandera yanqui en Ushuaia.

A los profundos daños a los jubilados y gran mayoría de argentinos, a las libertades democráticas (con la represión y los proyectos de liberar a los genocidas), etc, deben sumarse la entrega de los recursos naturales vía RIGI para grandes inversores y el pago de la fraudulenta deuda externa. Según el economista Horacio Rovelli hasta fin de año hay que pagar 4.500 millones de dólares y hasta 2027, otro tanto por 65.397 millones de dólares. Esas divisas no están (y si estuvieran sería criminal destinarlas al FMI y BlackRock). Por eso el gobierno busca refinanciar y contraer más deuda, para pagar la actual, e incrementa la entrega del petróleo, gas, litio, cobre, etc, a las multinacionales.

Eso, siendo una catástrofe, no es todo. También está la conversión del país en una colonia yanqui. En el reportaje con Majul, decía el virrey: “Hemos hecho la compra de armamento más grande de la historia, los F-16, la base que estamos haciendo en Tierra del Fuego, la compra de los tanques, los operativos con EE.UU para el patrullaje de la Costa, la compra de submarinos y barcos que estamos haciendo. Es algo que no se hizo en los últimos 50 años”.

El 20 de agosto pasado, en las comisiones de Relaciones Exteriores y de Defensa del Senado, intervino el Secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa del Ministerio, Juan Battaleme, y planteó aprobar la iniciativa ya votada en Diputados, para hacer 15 ejercicios militares conjuntos con EEUU. En relación a Washington, Battaleme manifestó: “Es un actor al cual nuestro sistema de defensa hoy tributa. Cuando uno mira las incorporaciones militares que tenemos, yo diría que un número muy importante de material militar proviene de los Estados Unidos, un número muy importante de nuestro entrenamiento es con los Estados Unidos”. Agregó: “La idea principal es movernos para adelante y defender el interés nacional que, justamente, está ahí, y tenemos que tener una presencia activa y estar junto con los actores que hoy son potencia rectora”.

Esta es la política tanto de Milei como de Villarruel (lamentablemente la bancada de UxP en el Senado anunció que votará a favor de 13 de los 15 ejercicios). No queda más solución que derrotar al presidente y a la vice con la lucha popular, con protestas como las de los jubilados y paros como los de ATE y otros gremios combativos, que deben convertirse en paros generales y partes de un plan de lucha nacional aunque la CGT no quiera. Hay una evidente confusión y desviación política en Azopardo 802 y en el peronismo, porque algunos dirigentes, como Mayans, Moreno y Berni, expresan buena onda con la vicepresidenta fascista, en tanto Cristina de Kirchner, que critica esa tendencia, dice no querer que Milei fracase porque “vendría algo peor”. Es al revés, si sigue este presidente la cosa será mucho peor para los argentinos.

CFK también dijo que es un delirio hacer un juicio político al presidente. No es así. El pedido es justo y fue presentado en Diputados, como ordena el artículo 53 de la Constitución, en abril pasado y ampliado en junio, por Adolfo Pérez Esquivel, Eduardo Barcesat, Carlos Rozanski, Taty Almeida, Claudio Lozano, Atilio Borón, Dora Barrancos, Alicia Castro, Jorge Elbaum, etc. La idea es buena, en la medida que se extienda también a Villarruel, para ser destituida a la par de Milei y no sea su reemplazante. Y es una utopía, salvo que esos procedimientos legales y constitucionales sean respaldados por grandes protestas sociales y políticas del tipo del 2001.

Presentación del pedido de juicio político a Milei en Diputados.