¿OLA PATRIÓTICA Y ANTIIMPERIALISTA EN ÁFRICA?
SERGIO ORTIZ. 14 de agosto de 2023
ÁFRICA BUSCA SU DESTINO
Níger es un país del centro-oeste de África y como la abrumadora mayoría de ese continente sufrió el colonialismo, la esclavitud y el saqueo de las potencias europeas y posteriormente de Estados Unidos. El Reino Unido, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania e incluso España clavaron primero sus colmillos en ese continente. El imperialismo yanqui, que se favoreció con la mano de obra esclava llegada de aquellos confines, luego se metió en el reparto del botín africano.
Después del final de la II Guerra Mundial hubo cambios, favorecidos por la derrota del Tercer Reich a manos de los aliados, fundamentalmente del Ejército Rojo soviético dirigido por José Stalin. En la década del ‘60 en África y el resto del Tercer Mundo se ampliaron las nuevas naciones fruto de la descolonización. En muchos casos ese proceso independientista no fue a fondo y los viejas potencias conservaron sus dominios, bajo nuevas formas. Sus multinacionales siguieron explotando los recursos de esos países, pagando monedas por ellos, de modo que esa zona del mundo continuó hundida en la miseria. Si hacía falta algún ejemplo para ilustrarlo, la pandemia de COVID 19 mostró que los países ricos acaparaban la mayor parte de las vacunas y África no las tenía.
Níger es un caso típico. Es el séptimo mayor mayor productor de uranio del mundo, que explotan empresas francesas como Orano; el mineral va a la metrópoli, París, para que se alimente el 60 por ciento de las centrales nucleares del país. En Níger falta la energía eléctrica para buena parte de la población. Según algunas estadísticas allí vive un 41 por ciento bajo la línea de pobreza fijado por el Banco Mundial en 2,25 dólares diarios (que los argentinos tomen nota de lo bajo que ha caído un país tan rico como el nuestro, con el 40 por ciento, tras años de políticas fondomonetaristas y favorables a los monopolios nacionales y extranjeros).
La pobreza de Níger es espantosa. Tiene el cuarto peor Índice de Desarrollo Humano de todo el mundo. Por supuesto no es el único caso: todos los años mueren ahogados en el Mediterráneo miles de africanos que huyen de la miseria en embarcaciones precarias. La ricachona Europa no los quiere recibir. Los que tienen la suerte de no ahogarse, son devueltos sin darles asilo. Y los que logran entrar van a nutrir los ejércitos de sin papeles y trabajadores peor remunerados y discriminados.
El blanco en Níger es Francia, que dominó el país desde 1922 hasta su independencia en 1960, pero que aún después siguió hegemonizando su economía y digitando sus gobiernos. Eso fue generando bronca y resistencia en el pueblo e incluso en las filas militares, que el 26 de julio pasado depusieron y detuvieron al presidente Mohamed Bazoum y formaron un nuevo gobierno con el general Abdourahamane Tchiani. Las empresas francesas no sólo dominaban la explotación del uranio sino que había una base de drones de la OTAN, más 1.000 efectivos estadounidenses y 1.500 galos. Esos contingentes imperiales se justificaban en la supuesta lucha contra el yihadismo del grupo Boko Haram, que esas potencias utilizaron desde 2011 para derribar al gobierno de Libia y asesinar a Muammar Khadafy.
ACCIONES Y REACCIONES
Francia y EE UU apremiaron a las nuevas autoridades nigerinas a reponer al anterior presidente, bajo amenaza de tomar represalias. Además utilizaron a 15 gobiernos miembros de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) con presidentes afines, quienes se reunieron el 30 de julio y dieron un ultimátum al flamante gobierno nigerino: debía devolver el poder antes del 6 de agosto. Caso contrario podían invadir Níger, para lo cual tomaron acuerdos militares entre ellos, incluyendo una reunión el 4 de agosto de sus ministros de Defensa. Los gobiernos más dispuestos a la agresión son los de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal
Pero las cosas no resultaron como esperaban esos súbditos del imperialismo, porque el gobierno nigerino formó el Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP) y designaron nuevos ministros del gabinete. Y denunció que “sigue con atención los preparativos de esta guerra por delegación” y a su vez acusó a “una potencia extranjera” (alusión a Emmanuel Macron) de preparar “una agresión” en coordinación con la Cedeao. También apeló a la movilización popular con un acto de 30.000 personas en el estadio Seyni Kounche de su capital, Niamey. Cerró su espacio aéreo para prevenir ataques aéreos y dispuso el cese de los embajadores de Níger en Francia, EE UU, Nigeria y Togo.
Dos países vecinos, Mali y Burkina Faso, salieron en su defensa, diciendo que si se invadía Níger era como si los agredían a ellos. Guinea-Conakri, aunque no firmó esa declaración, tiene una postura parecida. Argelia, que no es miembro del Consejo de los 15, también se opone a una invasión, igual que Chad. El mandatario argelino, Abdelmadjid Tebboune, dijo que una intervención sería “una amenaza directa” para su país y “va a incendiar” a todos los países del desierto de Sahel.
Una de las piezas claves para esa posible agresión, Nigeria, cuyo presidente Bola Tinubu era proclive a la misma, se topó con que el Senado no lo autorizó a esa operación, atándole las manos. Además la población de Nigeria comparte la misma etnia con la de Níger, de modo que una agresión a ésta está pésimamente vista por la otra parte de esa nacionalidad. Eran una misma cosa, pero Londres se quedó con Nigeria y París con Níger.
RUSIA Y CHINA CRECEN EN LA REGIÓN
A eso debe sumarse que, según versiones no confirmadas, el grupo militar Wagner, de origen ruso, que ha luchado contra la OTAN en Ucrania, habría llegado a Níger desde Malí, dispuesto a luchar del lado nigerino. Viene aumentando el prestigio de Rusia, cuyas banderas son agitadas en las manifestaciones y el acto en aquel estadio. El canciller de Rusia, Sergei Lavrov, llegó a Malí por segunda vez en dos semanas. El 26 de julio, día del cambio de gobierno en Níger, Vladimir Putin se reunía en San Petersburgo con 19 presidentes y jefes de gobierno africanos. Alentó sus movimientos patrióticos, ofreciéndoles 50.000 toneladas de granos y alimentos además de armas y otras ayudas.
El riesgo que la situación en Níger ofrezca una puerta de entrada mayor a Rusia en África es lo que más preocupa a Joe Biden y los líderes europeos de la OTAN, además del hecho de que China ya es el socio principal comercial de ese continente. Por eso, temerosos, insistieron en la “vía diplomática” en vez de acelerar la prometida invasión si el 6 de agosto no era repuesto su amigo derrocado. Pasó esa fecha sin resultados positivos y el 10 se hizo otra reunión del Cedeao en Abuya, Nigeria. Allí replantearon la necesidad de las conversaciones políticas y diplomáticas antes que el uso de las armas, aunque sin descartar su uso. El martes 8 la número 2 del Departamento de Estado, Victoria Nuland, llegó a la capital Niamey para hablar con dirigentes del gobierno, como el general de brigada Moussa Salaou Barmou. Le pidió aquella reposición, pero se fue con las manos vacías.
Hasta ahora las grandes potencias habían logrado sus propósitos con invasiones y asesinando líderes como Patricio Lumumba en el Congo (1961), Thomas Sankara en Burkina Faso (1987) y Khadafy en Libia (2011). Pero en Níger y otros países africanos están surgiendo nuevos dirigentes con posturas anticolonialistas y antiimperialistas. ¿Es correcto calificar de ese modo a un presidente surgido de un golpe palaciego? Para los latinoamericanos, castigados por tantos golpes de Estado promovidos por la CIA y el Pentágono, es una posibilidad ínfima, pero hubo algunas excepciones como la de Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992 cuando encabezó un golpe contra Carlos Andrés Pérez. Esa vez fue derrotado. Pocos años después, en 1998, ganaría las elecciones y comenzaría un ciclo bolivariano antiimperialista que, con cambios, aún perdura. ¿Por qué no podría haber algunos gobiernos populares de ese origen, no digamos socialistas, en África, después de sufrir tantas injusticias, genocidios y superexplotación? El marco de crisis global del imperialismo y el fortalecimiento de un mundo multipolar con China, Rusia y los BRICS lo favorece.
Justamente el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa ha confirmado la realización de la 15ª Cumbre de BRICS en Sandton, Johannesburgo, del 22 al 24 de agosto. Y ha invitado a 67 líderes de África y el Sur Global para asistir a los diálogos BRICS-África ampliado y BRICS Plus. En ese marco se achica el margen de maniobra de Estados Unidos, Francia y sus aliados intervencionistas contra Níger.
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