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Esas no son las cosas que deciden el futuro del país y el pueblo


QUE CRISTINA SÍ, QUE CRISTINA NO


LA SEMANA POLÍTICA









Lo fundamental es sacar de la pobreza a 17,8 millones de argentinos



Sergio Ortiz. 13 de marzo de 2023





UNA DISCUSIÓN IMPORTANTE PERO NO SUSTANCIAL

El gobierno del Frente de Todos está enfrascado en una discusión electoral, que le importa a esa fuerza política y una parte de sus votantes, pero que de ninguna manera es la decidirá el futuro de los argentinos. Esa discusión interna pero ventilada a todas partes, todo el tiempo, es si Cristina Fernández de Kirchner está proscripta o no, si ella puede ser la candidata en 2023, si ella debe correr sola o si debe competir con otros candidatos en unas PASO, etc.


No es una discusión irrelevante. Tiene su importancia porque la envergadura política de Cristina es muy superior a la de quien ella puso a dedo en 2019. Y porque sus dos turnos presidenciales entre 2007 y 2015, sin ser perfectos ni mucho menos, les sacan varios cuerpos de ventaja a la actual gestión de Alberto Fernández, de cogobierno con el FMI. El primer problema de esas comparaciones es que ella, CFK, fue artífice de este gobierno que terminó en la cloaca fondomonetarista en marzo de 2022. Y sigue formando parte del mismo como vicepresidenta y principal figura política del oficialismo. No se sabe si ella será parte de la solución pero sí es parte del problema, sin admitirlo.


La profunda crisis política, económica y social del capitalismo dependiente requiere mucho más que una danza de candidatos a presidente. Sobre todo se necesita un diagnóstico de la enfermedad y una buena solución. Esta no pasa por aspirinas sino por el quirófano: hay que extirpar el cáncer de los monopolios, banqueros, agroexportadores y organismos financieros internacionales. Si continúan impunes estos poderes económicos – y sus respectivos representantes políticos, judiciales, mediáticos, etc – entonces no habrá solución y lo más probable es que la crisis se agrave aún más y explote.


Gran parte del Frente de Todos asegura que Cristina está proscripta. Y en el plenario de la UTN de Avellaneda, el 11 de marzo, se lanzó la idea (no un plan concreto) de movilizaciones contra esa supuesta proscripción. Otra parte del FDT, en coincidencia con la oposición de derecha de Juntos por el Cambio, opina que ella no está proscripta.

Formalmente todavía no está proscripta, pues la condena a 6 años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos fue emitida el 6 de diciembre pasado en la Causa Vialidad, y sus fundamentos dados a conocer por el TOF 2 el 9 de marzo. La defensa va a apelar (y también los fiscales) y hay un largo camino por recorrer hasta que ese fallo quede firme. Faltan dos instancias, la Cámara de Casación Penal y la Corte Suprema. Como las PASO son en junio y las presidenciales en octubre venidero, aún con la condena inicial, la vicepresidente podría ser candidata. Lo que ella dijo el 6 de diciembre, tras conocer la condena, es que no sería candidata a nada; y el 10 de marzo, luego de los fundamentos, “acaban de proscribirme”.


No se consumó tal cosa. Obviamente la condena en la causa Vialidad, donde el TOF 2 dio a conocer un fallo de 1616 páginas sin poder fundamentar una sola prueba en contra de Cristina, así como antes la grotesca acusación del fiscal Luciani, con las mismas carencias, supone la clara intención de terminar encarcelándola y no sólo proscribiéndola.


El tema es cómo se lucha contra ese intento de proscripción. ¿Se lo da ahora por consumado, como ha hecho la víctima y el oficialismo? ¿Se cede la iniciativa política a la oposición y al poder judicial mafioso?


LA MEJOR DEFENSA ES UN BUEN ATAQUE

La defensa jurídica de la condenada a cargo del doctor Carlos Beraldi fue muy solvente e hizo trizas a las “tres toneladas” de pruebas del fiscal Luciani. El problema es político. En este tema y en otros grandes asuntos nacionales y trascendentes para el futuro del país, el gobierno, incluido el kirchnerismo, abandonó la calle y las movilizaciones populares. Ya en 2007 CFK pedía a los movimientos sociales que no marcharan en el día de San Cayetano porque salir a la calle podía hacerle el juego al macrismo.


Y eso siguió hasta hoy. El 6 de diciembre pasado, cuando ella fue condenada, sólo Luis D’Elía y su sector movilizó unos pocos centenares de militantes hacia los tribunales de Comodoro Py en repudio al fallo. Los de La Cámpora, que se la pasaron cantando en los meses previos “Si la tocan a Cristina qué kilombo se va a armar” no armaron ningún kilombo. Lo vieron por televisión.


Tampoco ayudó a Cristina en este juicio la marcha general de un gobierno que defraudó el compromiso electoral de 2019. Una inflación del 100 por ciento anual y con más de un 40 por ciento de pobreza, que llega al 60 en caso de los niños y adolescentes, con paros masivos de maestras y personal de Salud, porque sus aumentos salariales son insuficientes, etc, conspiran para que una convocatoria a defender a Cristina tenga masividad y éxito.


Ella es parte del gobierno. ¿Acaso van a ir a defender el gobierno los miles de piqueteros y movimientos sociales que no sobreviven con los 36.000 pesos del Potenciar Trabajo? No. Esos compañeros y organizaciones van hoy 13 de marzo a acampar dos días frente al ministerio de Desarrollo Social, de Tolosa Paz, la que dio de baja a 160.000 beneficiarios de dicho Plan porque no pudieron validar su identidad.


La inflación de enero fue del 6 por ciento y la de febrero se sabrá mañana, martes 14, pero será igual o incluso mayor. El programa de Precios Justos no funciona y provoca mucha bronca popular porque los precios andan por las nubes. En consecuencia, agudiza las necesidades básicas de ese 40 por ciento pobre y no los predispone precisamente a salir a defender la causa de la vicepresidenta de este gobierno inflacionario.


Así no hay buena defensa de Cristina ni buen ataque a quienes la atacan, o sea los monopolios. Y este último es un pecado de la propia vicepresidenta, que desde 2007 siempre propendió a una convivencia pacífica con los monopolios. Por eso en 2012 les dijo a los popes de éstos reunidos en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, “ustedes nunca ganaron tanta plata como con mi gobierno”. Y aún hoy, cuando en Viedma dijo que habría que renegociar el acuerdo con el FMI, aclaró que por supuesto no era para no pagar. En el fondo sigue siendo la misma pagadora serial que se ufanó siempre. Está apostando a un Consenso con la oposición de derecha, juzgando imposible la Hegemonía democrática bajo su batuta. Y esa derecha quiere su cabeza y un brutal ajuste antipopular, de llegar a la Rosada otra vez.


Además esta dirigencia peronista navega en un mar de contradicciones. Cristina increpó el 6 de diciembre a Héctor Magnetto como capo mafia responsable del lawfare y repitió sus acusaciones el 10 de marzo desde Viedma. Pero un día antes su hombre de confianza, Wado de Pedro, ministro del Interior, cenó con Jorge Rendo, la mano derecha de Magnetto, en la inauguración de la Expoagro (Clarín-La Nación). Luego la senadora cristinista Juliana Di Tulio aclaró que el dueño de Clarín no es enemigo sino “adversario”. ¿En qué quedamos, señoras y señores K? Esto sin olvidar que, según Cristina, Alberto Fernández fue operador del grupo Clarín.


Con ese nivel de limitaciones y contradicciones es extremadamente difícil que prospere la defensa de Cristina. Y lo que es muchísimo peor, es imposible que la crisis política, económica y social tenga una salida popular. Crece la triste posibilidad de un retorno de la derecha al gobierno (del poder real no se fue nunca).


Los sectores antiimperialistas proponen controlar a los monopolios y formar una empresa nacional de alimentos; nacionalizar el comercio exterior y la banca; comenzar una reforma agraria para la producción de aquella empresa nacional de alimentos y entregar tierras a cooperativas de trabajadores, pequeños campesinos y pueblos originarios que aumenten la producción y el empleo bajando precios, etc. Pero el gobierno FDT y la oposición de derecha JxC siguen acordando con el establishment agro sojero, minero, extractivista y exportador semicolonial, y rinden el examen trimestral frente a Kristalina Georgieva y su directorio.


FALSAS SOLUCIONES AL NARCOTRÁFICO

Tras un tiroteo de narcos a un supermercado de la familia política de Lionel Messi en Rosario, el gobierno nacional, presionado por la oposición de derecha y la corporación mediática, instaló el tema narcotráfico como el central del país y sinónimo de la “inseguridad”. Envió 1.400 gendarmes a esa ciudad y una compañía de ingenieros del Ejército, lo que puede significar meter a las FFAA en esta tarea, algo prohibido por nuestras leyes.


Por supuesto que ese delito y ese drama existen, pero no es el central de Argentina, donde ese lugar lo ocupa el poder omnímodo de los monopolios y la dependencia. Hay correlato de la obscena riqueza en ese polo y la acumulación de miseria y pobreza en el opuesto, con 17,8 millones de pobres y de éstos 4,3 millones de indigentes. Esa pobreza e indigencia es el caldo de cultivo para una parte del problema drogas, como consumo, narcomenudeo y delitos.


Hecha esa aclaración básica sobre el grave delito del narcotráfico, vale opinar más del asunto. El gran responsable a nivel mundial es Estados Unidos, porque es el principal mercado consumidor. La demanda estadounidense es la gran responsable de los cultivos ilícitos en otros países como Colombia, Afganistán, Bolivia e incluso Argentina. Washington es parte fundamental de este drama universal por ser el gran mercado consumidor y también porque sus valores de Hollywood, Wall Street y del súper consumo capitalista es algo que embrutece multitudes y las enferma, al no poder satisfacer esos consumos VIP como si fueran lo mejor de la vida, o peor aún, lo único.


Para luchar contra el narcotráfico no se debe apoyar en las doctrinas y organismos estadounidenses como lamentablemente lo hace el gobierno argentino. En su nota “De frente, march”, Horacio Verbitsky, El Cohete a la Luna, 12/13, escribió: “En su visita al Congreso, Aníbal Fernández trató de que no lo corrieran por derecha. “En el narcotráfico no trabajamos solos. En primer lugar, trabajamos con las agencias europeas; en segundo lugar, trabajamos con las agencias americanas, ya sea la Homeland Security, la DEA, la Policía de Nueva York, el FBI, la CIA. Les diría que nosotros tenemos un trabajo diario con todas las agencias norteamericanas, ¿por qué razón? Porque es imposible vivir solos. En este momento estamos trabajando en la construcción del tercer GOG, que es un grupo especializado construido con el FBI y con las fuerzas de cada una de las provincias. Tenemos uno en Salta, uno en Misiones y en este momento estamos construyendo uno en San Nicolás con el FBI y las policías de las provincias de Buenos Aires, de Entre Ríos, de Santa Fe y de Córdoba”.


Por eso, por trabajar con los yanquis, nos va tan mal en lucha contra el narcotráfico. En cambio Evo Morales logró avances significativos Bolivia en su lucha desde 2008, cuando echó a la DEA (el año anterior había hecho lo mismo con el embajador norteamericano).


El otro modelo positivo que Argentina no toma en cuenta es Cuba, que atiende prioritariamente la educación, cultura y salud de su gente, como se vio por enésima vez con la pandemia de COVID-19. Esos son sus valores y no el “american way of life”. La isla socialista cuenta con fuerzas policiales, de seguridad y militares altamente profesionales y honradas, cosa que no ocurre por estos lares argentinos tan represivos.


¿Acaso en Cuba no se fusiló a un general por narcotráfico? Sí. Y esa es otra profunda lección que dejó Fidel Castro a los pueblos. El general Arnaldo Ochoa era Héroe de la República, por su actuación en Etiopía y Angola, pero terminó enredado junto a otros tres jefes militares cubanos con el cartel de Medellín para traficar droga vía Cuba hacia EE UU. Fueron descubiertos, se los llevó a juicio y terminaron fusilados los cuatro por traicionar a la revolución, el 13 de julio de 1989.

Ahí no se encarnizaron con un perejil o traficante de barrio sino que fusilaron a un general, antes condecorado como Héroe. Esa clase de Fuerzas Armadas Revolucionarias, sumadas a los valores sociales, educación, cultura y salud, les cierra las puertas al narcotráfico. Cuba es socialista y un país seguro como lo pueden atestiguar millones de turistas al año que andan por sus calles a cualquier hora sin sufrir ningún robo ni crimen.

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