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La principal sequía no es del agro sino de propuestas antiimperialistas

ABUNDANTES DÓLAR AGRO, OBEDIENCIA AL FMI Y CANDIDATURAS

LA SEMANA POLÍTICA





SERGIO ORTIZ. 6 de abril de 2023


REMEDIOS” QUE AGRAVAN LA ENFERMEDAD

Luego de bajar un cambio en su queja por la falta de dólares en las reservas argentinas por la guerra de agresión de la OTAN y EEUU contra Rusia en Ucrania, el gobierno nacional, en coincidencia con las patronales sojeras y agroexportadoras, puso el acento en la sequía.


Es un fenómeno muy grave; algunos se remontan a 1922 para encontrar una situación parecida. Los analistas burgueses del “mercado” le echan la culpa a la madre Naturaleza y nada dicen del modelo capitalista de explotación irracional y poco cuidado del medio ambiente.


La cosecha de este año mermaría entre 10.000 y 20.000 millones de dólares respecto a la anterior. Los agrogarcas y Bolsas de Comercio de Buenos Aires y Rosario dan como inevitable la cantidad mayor. Agrandan el problema real para lograr concesiones del gobierno y ya lo consiguieron por partida doble.


Por un lado hubo compensaciones y beneficios para 69.000 productores que -sin discriminar capital ni tamaño de propiedades - pagarán menos impuestos y tendrán mayores reintegros.

Por el otro, y esto es mucho más grave que lo anterior, Sergio Massa anunció ayer un “dólar agro”, tercera versión del dólar soja 1 y 2, del año pasado. Esta vez se reconocerá un dólar a 300 pesos (cuando el oficial está a 218) a los productores que liquiden saldos de la campaña anterior de soja y de la nueva, hasta el 31 de mayo. Mayor es el plazo de liquidación para producciones regionales, que finalizará el 30 de agosto.

De este modo, el gobierno fondomonetarista del FDT estima que recaudaría 9.000 millones de dólares (5.000 millones por soja y 4.000 por productos regionales).


La primera crítica es que benefician con 300.000 millones de pesos por estos dólares especiales a los sojeros (también a algunos miles de pequeños y medianos productores), mientras en simultáneo el gobierno dio de baja a 100.000 personas humildes que cobraban el Potenciar Trabajo (este mes de 34.000 pesos). El Banco Central tendrá que comprar dólares a 300 pesos y venderlos a 218, en consecuencia el Tesoro deberá compensarlo por esa diferencia. ¡Con nuestra plata! ¡Con mayor emisión e inflación!


El segundo rechazo es porque Massa reconoció que así está “fortaleciendo el modelo agroexportador”. Se acentúa el esquema sojero exportador, extractivista y minero, dependiente y semicolonial. Y lo peor es que todo lo que se junte con este “dólar agro” será para cumplir las metas impuestas por el FMI para este año. La finalidad es pagar la deuda externa refinanciada en 2022 con ese organismo financiero internacional. Serán dólares para “honrar” una deuda fraudulenta, ilegal e ilegítima.


MÁS DEUDA A PAGAR

La dependencia con el FMI es muy tóxica para la salud del país por la exigencia de juntar dólares que se giran rápido a la entidad. Días antes de este anuncio pro-sojero, Economía obligó a las entidades públicas, sobre todo ANSeS, a desprenderse de sus títulos dolarizados del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que les serían pagados en pesos. Los bancos privados y monopolios, la Bolsa de Comercio, etc, aplaudieron la decisión, que en diez años obligará al Estado a pagar esos títulos al 100 por ciento, en dólares. Hubo tantos cuestionamientos que Massa tuvo que admitir que la Universidad de Buenos Aires haría una auditoría sobre ese canje obligado.


Notable doble criterio de Massa, los funcionarios y los empresarios beneficiados. Cuando se trata de sus patrimonios, prefieren dolarizarse. Si son fondos estatales del FGS, que garantizan las jubilaciones, fuerzan una pesificación.


Como si todo eso fuera poco, hubo otros dos fallos adversos a Argentina. Como dice el refrán: “Sobre que éramos pocos, parió la abuela”.

Uno fue de la jueza neoyorquina Loretta Preska, que dio la razón a reclamos de dos fondos buitres, Burford Capital y Eton Park, en relación a la estatización parcial de YPF en 2012. Estos capitales especulativos adquirieron a los Ezkenazi sus acciones minoritarias en aquella empresa. Y con esas acciones en su poder, litigaron contra Argentina y ganaron. Repsol en aquel momento recibió pagos por 5.000 millones de dólares, luego de un acuerdo con el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof. Además de ser cuestionable ese monto para los españoles, eso no cerró los pleitos. Y hoy lo sufrirá nuevamente nuestro patrimonio, por decisión de un tribunal ajeno al país. Es otro dato de la escasa soberanía tan cacareada en estos días a raíz de los 41 años del desembarco argentino en Malvinas. El monto a pagar, aún no determinado, sería cercano a 10.000 millones de la moneda norteamericana.


El otro golpe vino del juez británico Simon Picken, que les dió la razón a los fondos buitres Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group y Virtual Emerald International Limited. En 2019 demandaron a Argentina quejándose de la supuesta manipulación del INDEC en el kirchnerismo, que le habría recortado el rendimiento de bonos ligados al crecimiento del PBI. El magistrado inglés ordenó pagar a esos fondos 1.500 millones de dólares.


Argentina, país capitalista dependiente, choca todos los años con la misma piedra imperialista. Las multinacionales nos demandan ante el CIADI, tribunal del Banco Mundial y llevan el pleito a tribunales internacionales. Así nos perjudicaron los fondos buitres disconformes con la renegociación de los bonos de Kirchner-Lavagna. Y el gobierno de Mauricio Macri ni bien asumió en 2015 les pagó 9.300 millones de dólares (junto con honorarios de abogados y otras comisiones, el total de lo pagado a los buitres fueron 12.627 millones). Ahora llegan estos otros dos fallos contrarios al país. Sin embargo, ni en el gobierno del Frente de Todos y muchísimo menos en Juntos por el Cambio, se escucha propuesta alguna de romper con esos organismos financieros internacionales. A lo sumo algún regateo por las sobretasas...


La crisis económica y social está al rojo vivo, con una pobreza del 40 por ciento y la indigencia del 8.1, pero no abundan las propuestas antiimperialistas. Pocas fuerzas políticas toman ese tipo de plataformas y prácticas, enfilando el golpe principal contra el capital financiero internacional y sus aliados internos, políticos y económicos. Los partidos patronales, del gobierno y la oposición, están domesticados y felices de entrar a la Casa Blanca, el Tesoro, el FMI, el Banco Mundial y otros antros.


PIÑAS A BERNI

Como este país no es Suiza, además de los dramas de la situación política y económica, de las salvajes internas de los partidos grandes cuando olfatean sangre electoral, también tiene noticias que suelen ganar las pantallas de TV y las redes.


Uno de esos hechos ocurrió el lunes 3, cuando dos delincuentes armados asaltaron un colectivo en el distrito de La Matanza, en el gran Buenos Aires y mataron al chofer. Eso detonó un inmediato paro de los choferes de esa línea y de otras líneas de colectivos, pues era el tercer crimen de un trabajador (2018, 2022 y ahora éste). Ese asesinato generó mucha bronca entre los trabajadores y vecinos que se reunieron, contra el gobierno provincial de Kicillof por la falta de garantías y de seguridad. Es muy alto el número de robos y crímenes.


En ese momento arribó al lugar el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que generalmente busca protagonismo y cámaras en circunstancias similares. Fue recibido con insultos primero y luego recibió golpes de puño, se le arrojaron piedras y botellas. Berni resultó herido de cierta consideración y fue retirado por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, en contra de su voluntad pues quería permanecer allí.


El bipartidismo de gobierno y oposición se pasaron facturas, con interpretaciones opuestas. Para Juntos por el Cambio y su precandidata presidencial Patricia Bullrich, fue un episodio de inseguridad. La culpa exclusiva sería de Kicillof y Berni, y adujo haberlo advertido semanas antes en una visita suya a dos líneas de colectivos de la zona. Bullrich buscó que el desgraciado hecho acumulara votos para ella y el PRO.


El gobierno del FDT estuvo un día sin decir ni mu, fuera del propio Berni que se quejó de una emboscada y criticó a la policía de Rodríguez Larreta que lo habría casi arrestado para sacarlo del lugar. Kicillof demoró un día y recién el martes fue a C5N a dar su versión: habría sido una operación de Bullrich en contra del gobierno provincial y nacional. No se habría tratado de un asalto a un colectivo sino de un operativo político. “Quisieron tirarnos un muerto”, deslizó Berni.


En mi opinión todo comenzó con un robo y asesinato, bastante común en territorio bonaerense, más en estos tiempos de pobreza, indigencia y aumento del narcotráfico. A ese cuadro hay que añadir que la policía bonaerense, corrupta y represiva, sigue siendo en gran medida la “mejor policía del mundo” del ex gobernador Eduardo Duhalde (“Maldita”, le intercaló Horacio Verbitsky).


En estas condiciones, hay delincuentes que son capaces de matar para robar un celular, una cartera o una moto, y más aún si están bajo el efecto de alcohol o drogas. Berni la ligó porque es el ministro encargado supuestamente de dar seguridad, y era el tercer muerto de esos colectiveros, luego de muchas promesas suyas incumplidas.


Todo eso dejó servido en bandeja a Bullrich para que se pusiera “en víctima”, tras las acusaciones poco serias de Kicillof y Berni. Fingió estar de parte del colectivero muerto, sus familiares y compañeros de trabajo, o sea de las víctimas. Ella sacó su tajada electoral. Lo peor es que agitó, con cierta recepción entre sectores populares, las soluciones de mano dura y represión policial que son su programa electoral y el pueblo pagará con más ajuste, sangre e inseguridad en caso de llegar ella u otro de su mismo palo al gobierno.


Además del chofer muerto, tras la denuncia del gobierno de Kicillof por los golpes recibidos por Berni, dos trabajadores afiliados a UTA fueron presos e imputados por “lesiones leves, atentado y resistencia a la autoridad”. Esto motivó nuevos paros en 16 líneas de colectivo en La Matanza, con demanda de sus inmediatas libertades. Las detenciones, siendo muy injustas, demuestran que quienes, indignados, pegaron al ministro de Seguridad bonaerense, eran trabajadores colegas del asesinado Daniel Barrientos, y no agentes encubiertos de Bullrich, como falsificó el gobierno provincial y en general los medios adictos al Frente de Todos.



Así como en lo político y económico son pocos los partidos que plantean una solución antiimperialista, también son pocos los que proponen una seguridad democrática, que no se base en represión de policías, gendarmes y hasta uso de las Fuerzas Armadas.


La solución pasa por mayor presupuesto para educación, cultura y salud; más puestos de trabajo en blanco y bien pagos, construcción de un millón de viviendas populares, más producción nacional de alimentos baratos con una empresa estatal basada en una inicial reforma agraria y entrega de tierras a pueblos originarios y cooperativas de la economía popular, la erradicación del narcotráfico como hizo Cuba y la depuración y democratización de la policía y fuerzas de Seguridad con cambio de doctrinas, métodos y jefes.


Con ministros como Berni y la actual Policía Bonaerense seguirán los episodios dramáticos como el que terminó con la vida del colectivero Daniel Barrientos. Con Bullrich y la Gendarmería que mató a Santiago Maldonado y Rafael Nahuel estaremos incluso peor. El 24 de marzo se reclamó masivamente “Memoria, Verdad y Justicia”. Eso. Memoria. El fascista Berni que reprimió a las familias humildes en Guernica y la fascista Bullrich que avaló el “gatillo fácil” del policía Chocobar se parecen demasiado. Es más, si tuvieran que dirimir un duelo entre ambos lo harían con sus amadas pistolas Taser.


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