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Ni cumpleaños ni carpinchos, es la economía, estúpido




SERGIO ORTIZ

22 de agosto de 2021


HOMENAJE

Recién escribí la fecha de esta nota y la memoria me impone un comienzo que no era el previsto. Me trajo el recuerdo de aquel 22 de agosto de 1972, cuando la Marina fusiló a 16 revolucionarios de tres organizaciones (PRT-ERP, FAR y Montoneros) que se habían fugado de la cárcel de Trelew. No pudieron irse en avión y al final tuvieron que rendirse. Se les prometió el respeto a sus vidas y por supuesto, como hizo tantas veces el Estado, generalmente en tiempos de dictaduras militares y cívicas, esas palabras se las llevó el viento. Fueron fusilados y rematados, y los crímenes quisieron ser ocultados con la mentira de un intento de fuga desde esa base Almirante Zar. El círculo represivo se cerró con la dictadura de Videla-Viola-Massera-Martínez de Hoz pues los tres sobrevivientes de aquellos fusilamientos (Camps, Berger y Haidar) fueron asesinados por el terrorismo de Estado.


Cuando en 1970 fui preso político de la dictadura de Onganía y condenado a dos años de cárcel por ser comunista, militante de Vanguardia Comunista, ley 17.401, estuve en la Cárcel de Encausados de Córdoba. Ahí conocí a varios de los héroes de Trelew, como Pujadas, Astudillo, Kohan y Polti, igual que a quienes ese día zafaron por poco, como Camps, Mena, Osatinsky y otros valiosos compañeros. Con ellos discutía a menudo, con coincidencias y diferencias pero con un gran respeto mutuo, hermanados por los barrotes y el sueño de una patria liberada.


Por eso aquel 22 de agosto de 1972, cuando volvíamos de una reunión política en Buenos Aires con Jorge Montero (alias Ernesto), dirigente de VC, al enterarnos de los fusilamientos nos dirigimos inmediatamente a la facultad de Arquitectura de la UNC donde ambos estudiábamos.


Recorrimos piso a piso los talleres haciendo la denuncia y pidiendo que bajáramos al Aula Magna, para una asamblea. Así se hizo y se tomó la facultad varias horas, hasta que a la tardecita entró la policía golpeando a todo el mundo. Promover esa protesta fue nuestro modesto homenaje como agrupación TUPAC y VC, junto a otras fuerzas, a esos militantes asesinados.

Ernesto fue desaparecido en El Vesubio en agosto de 1978 como otros 19 miembros de VC, actual PL. Por eso agosto condensa nuestras profundas penas, recuerdos y memoria. Y nuestro compromiso, porque como decía Agustín Tosco, preso en Trelew en esa misma época con esos compañeros, “la lucha continúa”.


DE CARPINCHOS Y HUMEDALES

La aparición masiva de carpinchos en el barrio cerrado de Nordelta ocupó mucho lugar en los medios. Una parte de los vecinos acaudalados, porque no son departamentos de Villa Lugano, quería exterminarlos porque ponían en riesgo a sus mascotas. Otra porción, en cambio, era más contemplativa, con una mirada condescendiente con la naturaleza. Es un barrio construido por la empresa del multimillonario Eduardo Costantini en zona de humedales, todo un atentado al medio ambiente. Quizás sin quererlo, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, abogó por esos bichos aludiendo a que por la bajante del Paraná están buscando agua para sobrevivir. De hecho avivaba la crítica a la política permisiva del gobierno que integra en relación al desmanejo del consorcio mixto de extranjeros y privados, Hidrovía SA, que viene atentando contra el Paraná y esas vías navegables. Delicias de la Patria Sojera alimentada a glifosato y dólares que junto a otras políticas extractivistas impactan y perjudican la naturaleza. También traen más contrabando, negociados, pérdida de soberanía y puestos de trabajo, fraudes como en Vicentín, etc.


Entre las dos posturas de los vecinos, la menos mala es la que no quiere exterminar a los carpinchos. Pero sería bueno que esa misma humanidad mostraran con los 22.7 millones de argentinos que viven en la pobreza y el millón que cobra 12.636 pesos por un Potenciar Trabajo. Si entienden las razones de los carpinchos para habitar el humedal deberían, con mayor motivo, comprender los reclamos de pueblos originarios que piden sus tierras ancestrales.


Los mapuches tienen razón, pero la injusticia confirmó los procesamientos de tres de ellos que ocuparon a fines de 2017 algunas hectáreas de Parques Nacionales, cerca de Bariloche, cuando los prefectos asesinaron a Rafael Nahuel.


CUMPLEAÑOS INFELIZ

El festejo de los 39 años de Fabiola Yáñez, el 14 de julio del año pasado, sigue dando tela para cortar, sobre todo a la oposición de derecha.


El del año pasado, con una docena de personas incluido el presidente de la Nación y los ladridos de Dylan, fue violatorio de la cuarentena establecida por DNU presidencial, cuando arreciaban los contagios y fallecimientos. Millones de argentinos no podían juntarse con sus seres queridos, ni para cumpleaños ni para acompañarlos en la enfermedad e incluso ni para darles una despedida en el cementerio.


Por eso esa foto, publicada por Guadalupe Vázquez, del canal La Nación+, hizo y todavía hace ruido. Fue un misil a la palabra del presidente, que en vez de quedar como el profesor de Derecho Penal se pegó a las 14.000 personas que tienen denuncias penales por no respetar el aislamiento, circular sin permiso o hacer reuniones sociales con riesgo de propagar el virus.


La derecha macrista y larretista se unió para sacarle provecho político a lo que el propio ultra K Luis D’Elía calificó de “una cagada”. Siempre la derecha actúa de esa manera, y mucho más en tiempos electorales. Cero escrúpulos. Y en cambio, de la foto en Encarnación de la Cruz, donde 70 comensales festejaban el cumpleaños 64 de Elisa Carrió, en diciembre pasado, no dijeron nada. Y ahí no había peluqueras ni entrenadores de perros sino el jefe de gobierno de CABA y presidenciable del PRO para 2023 y otros pesos pesados de Juntos por el Cambio.


De los dos lados de la grieta no se respetaba mucho el aislamiento, el mismo que tanto angustió al argentino de a pie por el aislamiento forzoso y necesario, pero que paralizaba vínculos y también empleos y actividades económicas, sociales, deportivas, etc.


Después de la foto vino el video, divulgado por El Destape y la Televisión Pública con la idea de restarle la iniciativa a Clarinete, TN y Gaceta Ganadera. Fue reavivar un fuego que todavía no se había apagado. D’Elía volvió a dar muestras de insatisfacción por esa jugada, y no fue el único.


¿Ese hecho será una carta decisiva en lo electoral?


Difícil saberlo, pero seguro que algún impacto va a tener y no precisamente para favorecer al oficialismo. En sectores medios, llamados el “voto blando” de 2019, es posible que mermen sufragios aunque no se sepa a dónde emigrarán. No necesariamente irán al macrismo, porque muchas de esas personas saben lo mal que les fue con el vaciador del Correo Argentino y el multiplicador de la deuda externa. Hay otras opciones de derecha, dizque izquierda y de centro, como Milei, FITU y Randazzo, que algo van a sopar.


El otro aspecto que podría mermar la cosecha del Frente de Todos es que su propia fuerza, la que tiene que salir a buscar el voto y patear los barrios, es posible que no lo haga con el entusiasmo y fuerza de 2019, cuando la perspectiva de sacarlo a Macri de la Casa Rosada daba ímpetu. Ahora no existe ese estado de ánimo y no sólo ni tanto por el Olivosgate. Hay asignaturas pendientes, varios retrocesos y no sólo el de Vicentín, mucha pobreza y diez piquetes diarios que así lo evidencian.


Un FdT con un nivel de convencimiento y movilización de su fuerza por debajo de 2019 podría colectar menos votos que entonces. Aún así podría ganar, perfectamente, pero ojalá que no le ocurra lo que sentenció Miguel de Unamuno al general franquista Millán de Astrais: “Venceréis, pero no convenceréis”. Obvio, no estoy comparando el mensajero ni menos a los destinatarios, ni al contexto, tan distintos, sino al mensaje textual.


UNA BUENA Y OTRA REGULAR

La buena carta que tiene para jugar en las PASO el gobierno es el avance del programa de vacunaciones, con más de 47 millones de dosis arribadas. En su mayor cantidad fueron las “ideologizadas” Sinopharm y Sputnik, porque las de Pfizer y Moderna todavía casi no pintaron.


Aún con el límite importante de que los vacunados con las dos dosis son algo más del 25 por ciento de la población, y es poca cobertura de cara a la variante Delta, es un programa positivo que ha salvado muchas vidas y mejorado la salud. El electorado debería poner estos factores en su balanza en medio de sus dudas y desinterés por estas elecciones tan mediatizadas sin que los temas urgentes ocupen lugar en medio de tantos avisos de campaña.

Una buena noticia que el gobierno, por razones de su conciliación con el poder económico y judicial no mencionará, ni en voz baja, es que el martes 24 quedará en libertad Luis D’Elía. Este líder social tuvo que tomar una comisaría en La Boca tras la protección policial al asesino del militante Martín “Oso” Cisneros. Y quedará libre no porque es inocente sino porque cumplió dos tercios de una injusta condena. Milagro Sala, en cambio, sigue con prisión domiciliaria en Jujuy, en tanto Gerardo Morales sigue haciendo de las suyas y el dueño del ingenio Ledesma, Carlos P. Blaquier, socio de las desapariciones del Apagón de 1976, todavía no fue a juicio.


Lo que no termina de arrancar, y se trata de lo más trascendente para la vida de la población, es la reactivación económica. El gobierno hace hincapié en sus “brotes verdes”, algunos de los cuales son marrones y viejos. Matías Kulfas, al pontificar sobre la rama automotriz reactivada, en reportaje en Desinfobae admitió que las terminales reclamaron la baja de impuestos a la exportación. Y que el gobierno les concedió que todo lo que exportaran por encima de lo del año 2020 tendría cero arancel. El ministro puso una barrera bajísima, porque ese fue el año de la pandemia y por eso casi todas las exportaciones automotrices de 2021 serían beneficiadas con cero retención. Toyota y los monopolios, muy agradecidos.


Esa multinacional se quejó de que no había podido tomar 200 jóvenes por su bajo nivel educacional, con lo que acusó a la educación pública y a esos jóvenes de ser los “culpables”. Falso. Los empresarios multinacionales, banqueros, agrogarcas, exportadores y el FMI fundieron el país y arruinaron los ingresos, la salud y las aulas, empujando a los pobres a la marginalidad e incluso a algunos al delito menor (los delincuentes mayores son aquellos y sus expresidentes, como Mauricio Macri).


Con ese pasado de arreglos con monopolios no rompen Kulfas, Guzmán, AF ni su vice (ella se diferencia en algunos discursos). Pero a la hora de pagar 730.000 millones de pesos de Leliq a los bancos, en lo que va del año, y de garpar 4.000 millones de dólares al Fondo con los DEG, se ponen de acuerdo todos, todas y todes.


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