LA SEMANA POLÍTICA
El gobierno siguió cortejando a los monopolios de AEA.
SERGIO ORTIZ
8 de junio de 2022
PIEDRA LIBRE A TECHINT…
Paolo Rocca, CEO de Techint, expresa a un grupo tan concentrado como elevado. No puede jugar a las escondidas porque se lo ve desde todos lados y le cantan “piedra libre”. En ese juego, el capo de la siderurgia, hidrocarburos, construcción y tantos otros rubros perdería la partida. En la realidad de los negocios casi siempre los gana, cualesquiera sean los gobiernos, desde la dictadura militar-cívica hasta todos los que siguieron desde la recuperación de la democracia burguesa, desde 1983 hasta hoy.
El último de esos negocios lo hizo con el gobierno actual, pues fue adjudicatario de la provisión de caños para el gasoducto Néstor Kirchner, desde Vaca Muerta (Neuquén) hasta la provincia de Buenos Aires. Otros tramos seguirían hasta Brasil.
Según el renunciante ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, esa licitación se hizo a la medida de Techint porque las especificaciones de las chapas para fabricar los caños, de 33 mm de espesor, solamente las podía proveer ese monopolio. Kulfas se quería anotar un punto por izquierda, cuando ya lo estaban despidiendo por reclamo de Cristina Fernández de Kirchner. La vicepresidenta se indignó por Twitter por las críticas dirigidas a esa licitación divulgadas desde el ministerio de Kulfas a periodistas de Desinfobae y otros medios concentrados.
Según el renunciante, la responsabilidad de esa licitación demorada y a medida es de la empresa IEASA, ex Enarsa, y la secretaría de Energía, a cargo de funcionarios que se reportan a CFK.
La vicepresidenta, en su discurso en Tecnópolis, con motivo de los 100 años de YPF, apremió a Alberto Fernández con que debía usar la lapicera para presionar a los empresarios como Rocca, a quien no identificó. Su pedido era razonable aunque idílico: que Rocca y su trust invirtieran en su planta de San Nicolás (Ternium-Siderar) en vez de fabricarla con su Usiminas en Brasil, que comparte por mitades con una firma japonesa.
De ese modo más de 200 millones de dólares en chapas se producirían acá, en vez de servir de excusa para que el holding pida esa suma al Banco Central a precio oficial para importar aquel material. Con esa maniobra, Rocca seguiría vaciando las pocas reservas que quedan en el Central y aquellas divisas, una vez en Brasil, seguirían rumbo hacia Luxemburgo, sede fiscal de la firma, sin un destino nacional.
Cada una de las partes amplió sus denuncias. Kulfas se despidió con una renuncia de 14 páginas donde ratificó sus dichos contra el cristinismo. Este le devolvió la pelota con otro comunicado de IEASA calificando su gestión ministerial como de “pésimos resultados”, mostrando malos índices que en verdad son de todo el gobierno, tales como inflación, baja del consumo, etc.
En esta polémica los dos bandos tienen razón. La licitación parece armada al gusto de Techint. Y Kulfas no denunció eso por ser antimonopolista sino por la terrible disputa interna con la línea de la vicepresidenta y su hijo Máximo. Son peleas de palacio, aunque parecen de un conventillo, dicho esto con mucho respeto por los conventillos.
HAY PULSEADAS, PERO LOS K SON AMIGOS DE ROCCA
A raíz de los On y Off de Kulfas, pero también de los reclamos de Cristina a Alberto Fernández, el monopolio de Rocca quedó expuesto a la luz pública. Eso en general no le gusta al monopolio, que siempre aporta a las cajas de los partidos burgueses grandes (por eso nunca le dio guita a Elisa Carrió, no por su supuesta honradez) y prefiere manejarse en las sombras. El pago de coimas necesita de esa oscuridad, para que los negociados del gasoducto Camisea en Perú, con Skanska en Argentina, con Sidor en Venezuela y con otras firmas suyas en Brasil e Italia pasen más o menos inadvertidos. Y si saltan, que haya fusibles como Luis Betnaza o bien jueces y tribunales que terminen con absoluciones y sobreseimientos como el del juez Julián Ercolini.
En la última polémica, Rocca habló casi inmediatamente después de la renuncia de Kulfas, en la reunión por el 20 aniversario de la Asamblea Empresaria “Argentina” realizada en el Sheraton Hotel. Allí defendió lo actuado por IEASA y Energía en materia del gasoducto. Obvio, estaba defendiéndose a si mismo cuando afirmó que la adjudicación a su empresa era correcta. ¿Le creemos? No. Y no los dichos de Kulfas sino por el prontuario del pulpo ítalo-argentino-luxemburgués.
Los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina, y mucho más el actual de Alberto Fernández-CFK-Sergio Massa, han mantenido una línea fundamental de acuerdos y buenos negocios con Techint. Al mismo tiempo esa historia muestra desencuentros y críticas, como las que la vicepresidenta hizo en el acto por YPF respecto a que las chapas y tubos deberían fabricarse en el país.
Cito tres ejemplos de la amistosa relación de los K con el de la T mayor.
Uno. Sucedió en septiembre de 2007, cuando el matrimonio Kirchner (Néstor todavía presidente y Cristina a punto de ganar su primer mandato) fueron a San Nicolás a la inauguración del segundo Alto Horno de Techint, en lo que fue la planta de SOMISA privatizada por el menemismo-duhaldismo en 1992. Rocca los recibió como a ilustres amigos. Estaban blanqueando una privatización que dejó en la calle a 9.000 trabajadores, con la interventora María Julia Alsogaray y Jorge Triaca padre.
Dos. En 2009 Rocca pidió ayuda al matrimonio Kirchner para que intercediera ante su amigo Hugo Chávez, porque estaba por estatizar la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), donde Techint tenía control accionario. Los solicitantes hicieron de intermediarios y Caracas pagó 1.970 millones de dólares a Rocca por estatizar Sidor, en cuotas que se extendieron hasta 2012.
Tres. Durante el segundo gobierno de Cristina, en 2012, se lanzó el plan PROCREAR, para la construcción de viviendas. Una obra loable, por supuesto, pero con una contra muy negativa. ¿Saben quién fue la empresa que más ganó con ese plan? Techint, lo dijo un año después el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof.
Eso no quita que entre los gobiernos K y el monopolio no hubiera desencuentros, que ojalá se reiteraran y profundizaran, algo muy improbable con Alverso.
Con seguridad Rocca, como sus conmilitones de la AEA, se sienten más a gusto con gobiernos como el de Mauricio Macri, un CEO como ellos y que gobernó para esas elites.
En ese cuatrienio macrista Techint compró y fugó 547 millones de dólares. Horacio Rovelli lo precisó así:
a) TECPETROL SA compró en los cuatro años de gestión de Cambiemos, 92,6 millones de dólares, y de la lectura de sus estados contables se desprende que solo podría haber comprado 11,5 millones de dólares, o sea solo justifica el 12,47% de lo realizado en el MULC.
b) TERNIUM ARGENTINA SA (Ex SIDERAR SAIC): Obtuvo en el MULC 223 millones de dólares y contablemente solo puede demostrar liquidez en divisas por 54,3 millones de dólares (el 24,36% de ese monto).
c) TRANSPORTADORA GAS DEL NORTE SA. Compró 231,4 millones de dólares, y puede demostrar en sus Estados Contables solo el 53,9% (Son depósitos en dólares por 124,9 millones de dólares)”.
TOMAN DE AMIGOS A LOS ENEMIGOS
Confundir a enemigos con amigos suele estar en la base de las derrotas políticas y militares a lo largo de la historia argentina y universal.
Es el ABC de la política, pero el peronismo no aprende. Se desprende de verlo a Martín Guzmán disertando en AEA en el Sheraton, adonde el presidente Fernández envió un mensaje grabado porque estaba apurado por viajar a la “Cumbre de las (Norte) Américas”. De no ser por ese apuro habría compartido con ese establishment personalmente, como en los últimos meses se hizo de tiempo para recibir en Olivos a Rocca y Luis Pagani (Arcor), y en Casa de Gobierno a Daniel Funes de Rioja (UIA y COPAL).
Los hombres de negocios reunidos expresaron su desacuerdo con el tardío anuncio de impuesto a la renta inesperada. El titular de AEA, Jaime Campos, en la apertura, repitió la mentira de que en el país se cobran “más de 160 impuestos” (una fake news de Nadin Argañaraz, de IARAL).
Rocca, Héctor Magnetto (Clarín) y otros CEOs de monopolios reclamaron una estabilidad de negocios que para algunos, como Alberto Hojman de BGH, depende de “poder hacer las reformas impositiva, previsional y laboral”. Es la línea de reclama Juntos por el Cambio, en sintonía con ese seleccionado de grandes firmas, y que varios equipos están preparando, con Carlos Melconian y otros economistas neoliberales. En esto coinciden Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, afilando esa lanza criminal de un ajuste hasta el hueso de los millones de argentinos que sólo tienen piel y huesos.
Esos macristas también tienen sus duras internas, pero su sangre no llega al río y cuentan con el apoyo orgánico de los monopolios, lo que acrecienta el peligro de una brutal restauración oligárquica y neoliberal en 2023.
El gobierno del FDT sigue confiando en los grupos concentrados. Por eso rindió examen en el Sheraton. Los principales directivos de AEA son de ARCOR, Techint, Clarín, Laboratorios Bagó, Grupo Miguens, Supermercados Coto, Grupo Modena, La Anónima, Grupo Pérez Companc, Grimoldi, Santander, IRSA, La Nación, Sidus, BGH, Medicus, Southern Cross Group, Mercado Libre, Pan American Energy Group, Droguería del Sud, Globant y Ledesma (https://www.aeanet.net/comision.html).
De la mano de esos intereses no se va a ningún porvenir venturoso para Argentina. Al contrario. Nos convertiríamos en una factoría o colonia yanqui, como pregonó abiertamente Rocca en la cumbre de AEA por un mayor alineamiento con Occidente (¿tendrá miedo a la competencia de los tubos de China, mucho más baratos?).
El gobierno no lo entiende ni lo quiere entender. Le cito a Mao, que hablaba con lenguaje simple, en 1945, para su gente, que en el 70 por ciento entonces era analfabeta:
“¿Quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros amigos? Ésta es una cuestión de importancia primordial para la revolución. Todas las anteriores luchas revolucionarias de China sólo obtuvieron magros resultados, esencialmente porque los revolucionarios no supieron unirse con los verdaderos amigos para atacar a los verdaderos enemigos”.
Difícil que lo entienda la “estadista” que en Tecnópolis se negó a pedirle la plata a Rocca y admitió que ella tampoco la daría. Y más difícil que lo comprenda el “Profesor” de Derecho Penal, que patrocinaba a Repsol y Clarín.
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