top of page

Varias luces y muchas sombras y omisiones en VII Cumbre de la CELAC

NUESTRA REGIÓN EN CRISIS DEMANDA MUCHO MÁS QUE DECLARACIONES



SERGIO ORTIZ

30 de enero de 2023


LAS LUCES

El 24 de enero sesionó en Buenos Aires la VII Cumbre de la CELAC con la presencia de 15 presidentes y el resto de los 33 países representados por sus cancilleres o enviados especiales. Este último fue el caso de Christopher Dodd, quien arribó con una comitiva fletada por Joe Biden, invitado por el presidente pro témpore Alberto Fernández, que ese día dejaba ese lugar a Ralph Gonsalves, de San Vicente y las Granadinas.

Desde su Cumbre Fundacional en 2011 en Caracas, Venezuela, bajo la inspiración de Hugo Chávez, hasta esta edición de Buenos Aires, se han realizado eventos en Santiago de Chile, La Habana, Belén (Costa Rica), Quito, Punta Cana (República Dominicana) y Ciudad de México.

La organización latinoamericana y caribeña tiene de bueno que deja afuera formalmente al imperio estadounidense y su socio Canadá, del ministerio de Colonias apellidado OEA, donde tienen al títere Luis Almagro. Esa cloaca supo prohijar al Cartel de Lima contra Venezuela, donde tallaban personajes como Iván Duque, Sebastián Piñera, Mauricio Macri, Lenin Moreno y el autoproclamado Juan Guaidó, quien nunca pudo pisar el Palacio de Miraflores.

En comparación con “esa cosa tan fea”, la CELAC tuvo un mejor sentido político. Sin llegar nunca al nivel de Patria Grande que soñaron Chávez, Fidel Castro, Daniel Ortega, Evo Morales y otros gobernantes populares, al menos fue “progre” y concitó expectativas de que podría ponerle freno al imperio y sus socios locales.

Sin embargo los cuatro años de neoliberalismo a ultranza de Macri en Argentina, otros tanto del fascista Jair Bolsonaro en Brasil y Duque en Colombia, todos ellos peones del Tío Sam en el tablero regional, paralizaron objetivamente a la CELAC.

Por eso había esperanzas que con los nuevos gobiernos en Argentina, Chile, Colombia y desde el 2 de enero en Brasil se pudiera relanzar aquella entidad. Eso sin desconocer que esas nuevas administraciones distan muchísimo de una condición antiimperialista. Concediéndole el beneficio de la duda a Gustavo Petro y Lula da Silva, flamantes mandatarios, Fernández y Gabriel Boric daban la certeza de ser claudicantes frente al poder del Norte y los intereses económicos domésticos entrelazados.

Así se llegó a la cita en el Sheraton Hotel de Buenos Aires, con expectativas limitadas, más aún cuando se supo que Nicolás Maduro desistía de viajar. Sufrió amenazas e incluso pedidos de la ultraderecha macrista para que se lo detuviera por “dictador” y “jefe de los carteles de la droga” (Patricia Bullrich y Waldo Wolff dixit). Esa ausencia fue un primer déficit.

La reunión aprobó una Declaración de Buenos Aires que divulgó la cancillería de Santiago Cafiero, larguísima, de 28 páginas, con 100 puntos de la resolución general y 11 resoluciones especiales, 111 en total. Tuvo posiciones generales buenas a favor del espacio regional, de su territorio como zona de paz, defensa de los derechos humanos y un llamado a corregir desigualdades, mejorar el acceso a la cultura y la educación, apoyando reclamos argentinos en Malvinas y condenando el bloqueo estadounidense contra Cuba. Esas fueron las luces. Débiles en relación a la profunda crisis regional que debían iluminar y, sobre todo, buscar soluciones.


SOMBRAS Y OMISIONES

Al haber adentro gobiernos bien de derecha, casos de Lacalle Pou de Uruguay, Mario Abdo Benítez de Paraguay y Guillermo Lasso de Ecuador, era difícil arribar a pronunciamientos contra Yanquilandia. Pero eso no justifica que la Declaración de Buenos Aires no se haya atrevido a decir que la región – y en buena medida el mundo – vive una crisis originada por una superpotencia decadente, con fuerte poder económico y financiero global, que hace 200 años viene explotando lo que considera su “patio trasero” en función de su lema “América para los (norte) americanos”.

Apenas se habló del “bienestar y desarrollo de la región, así como la acuciante superación de la pobreza y las desigualdades e inequidades existentes”, sin mencionar el rol del capital financiero internacional y los monopolios, causantes de esos males. Al mencionar la deuda por única vez en 28 páginas, dijeron que “varios países de América Latina y el Caribe emergieron de la pandemia con mayores niveles de deuda pública”. O sea que pareciera que fue el COVID 19 y no los préstamos usurarios del FMI el causante del mayor endeudamiento. Omitieron mencionar al Fondo y al Banco Mundial; de Wall Street ni hablar…

Los endeudados con el FMI están pagando sus deudas, incluso las fraudulentas como la de Macri en 2018 y legalizada por Fernández en marzo de 2022. La VII Cumbre no denunció esa barbaridad y no entró en la consideración una solución del tipo de “auditoría de la deuda y suspensión de pagos” del componente fraudulento e ilegal. Al contrario, se pidieron nuevos préstamos: “subrayamos la necesidad de que las instituciones financieras regionales e internacionales, mejoren las facilidades crediticias a través de mecanismos justos, transparentes, accesibles y sin exclusiones que contribuyan a que los países que así lo soliciten recuperen con celeridad la solvencia y el acceso a los mercados financieros internacionales”. O sea, quieren nueva deuda para tener acceso a “mercados financieros internacionales” y seguir endeudándose. Más fondomonetarismo es difícil de hallar.

El capítulo de Derechos Humanos sonó a sanata. El punto 3 remarcó “nuestro compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos, la cooperación internacional, el Estado de Derecho, el multilateralismo, el respeto a la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos de los Estados”. Pero resulta que la Declaración no condenó el golpe de Estado en Perú ni a la dictadora Dina Boluarte, que ya llevaba asesinadas más de 50 personas por su represión. ¿”No intervención en los asuntos internos de los Estados”? ¿Y qué hacía el 13 de diciembre pasado la embajadora de Washington en Lima, Lisa Kenna, entrevistándose con Boluarte y brindándole apoyo político?

Vergonzosa la omisión de los trágicos sucesos de Perú. Y vergonzoso que asistiera en representación de Boluarte la canciller Ana Cecilia Gervasi, quien debería haber sido expulsada del recinto. En ese lugar debió estar Pedro Castillo, el presidente destituido y preso, como bien dijo la mandataria de Honduras, Xiomara Castro. Sólo ella, Miguel Díaz Canel y otros cuatro expositores condenaron el golpe en Perú. El resto silbaba bajito, incluido el re-debutante Lula, que debería haber tenido una postura solidaria con el maestro andino toda vez que él mismo fue preso por 580 días.

También dejó muchísimo que desear la postura sobre Haití. Fue elogiosa del gobierno surgido de fraudes y un magnicidio: “Tomamos nota de los constantes esfuerzos del gobierno haitiano para ampliar aún más el consenso entre los actores políticos y la sociedad civil haitiana”. Y para rematarla, impulsó una fuerza armada internacional, como la nefasta MINUSTAH: “con miras a participar en la fuerza multinacional especializada solicitada por Haití para ayudar a las fuerzas de seguridad haitianas”.

Otra omisión imperdonable fue sobre las 927 sanciones yanquis contra Venezuela, denunciada a 12 días de la Cumbre por el viceministro venezolano de Políticas Antibloqueo, William Castillo.

Mientras se ocultaba esos temas trascendentes, la Declaración dedicó un largo párrafo a los camélidos. Textual: “Resaltamos la importancia de los camélidos, su significativo aporte a la seguridad alimentaria y su contribución para la supervivencia de las poblaciones que habitan en zonas de bajas temperaturas, en condiciones áridas y de sequía, por lo que reafirmamos nuestro compromiso para el éxito de la celebración del Año Internacional de los Camélidos en 2024.

Llamas, guanacos y vicuñas tuvieron la consideración de estos diplomáticos. 201 millones de personas (32,1% de la población total de la región) viven en situación de pobreza, de los que 82 millones (13,1%) se encuentran en indigencia y tendrán que esperar…


ARGENTINA EN FALTA

El gobierno argentino quedó en falta con la región y su propia población. Maduro no quiso venir porque el clima de amenazas era bien espeso, además de ser una plaza donde ya le habían secuestrado el avión de Emtrasur y su tripulación con fallos estadounidenses vehiculizados por el juez Federico Villena.

El cogobierno de ajuste del Frente de Todos y el FMI, y la legalización de la deuda externa, explica que la deuda externa y los ajustes contra los pueblos no estuvieran sobre el tapete oficial en el Sheraton.

La Declaración contuvo diez puntos sobre los medios digitales, pero ninguna crítica a Clarín, el mal ejemplo como monopolio del cuádruple play. El actual presidente AF fue muchas veces sindicado como vocero del grupo de Héctor Magnetto…

Tres puntos de la Declaración se referían a las “Lenguas indígenas”, pero ninguna a los derechos de los pueblos originarios, a sus tierras ancestrales; tampoco a la represión y detenciones de las cuatro mujeres mapuche en nuestra Patagonia (la CELAC Social sólo mencionó a Milagro Sala).

El gobierno del FDT es consecuente en esa línea cipaya. Por eso en el punto 54 reiteró su entrega de la soberanía nacional en el río Paraná, los puertos y el comercio exterior: “Reafirmamos la importancia de la Hidrovía Paraguay-Paraná como un sistema hídrico navegable que facilita la integración regional y se constituye como un medio concreto para facilitar la navegación y el transporte comercial en igualdad de condiciones”.

Mempo Giardinelli y demás personalidades del Frente por la Soberanía se van a querer tirar sin salvavidas al Paraná, traicionados. Mejor es que entre todos sigamos remando contra la entrega y aquellos rompan amarras con este gobierno.

Ni hablar de que Argentina no dijo nada de la voracidad del imperio puesto de manifiesto por la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur. Ella dijo en un video que el continente les interesa por los “ricos recursos y elementos de tierras raras”, en especial el triángulo del litio que comparten Argentina, Bolivia y Chile.

Posdata: Aunque no pertenezca a nuestra región es imperdonable que el bloque de 33 países guardara silencio ante los nuevos crímenes cometidos por el sionismo de Israel contra el pueblo palestino. De la sangre peruana derramada y de la palestina, no dijeron ni mu.

14 visualizaciones0 comentarios
bottom of page